Por Lisselotte Morillo Eichner
Con la suspensión de la moratoria Federal sobre las ejecuciones hipotecarias, el alivio de la indulgencia de los préstamos agotándose y sin señales ciertas del final de la pandemia de COVID-19 a la vista, los datos más recientes muestran que las ejecuciones hipotecarias están comenzando a aumentar. La cantidad de propiedades con solicitudes de ejecución hipotecaria se disparó en un 68% en el tercer trimestre de 2021 en comparación con el año anterior. Según un informe publicado el jueves por la firma de información inmobiliaria ATTOM Data Solutions, que señala que las ejecuciones subieron un 34% respecto al trimestre anterior.
Algunos expertos en vivienda y finanzas apuntan a que este no sea el comienzo de otra crisis de ejecuciones hipotecarias que recuerde a la de hace una década.
El desempleo sigue siendo alto y muchas empresas están realizando reducción de personal. En 2021 hubo el doble de propiedades con solicitudes de ejecución hipotecaria que en 2020, eso sigue siendo casi un 70% menos que en septiembre de 2019.
Hay cientos de miles de personas programadoas para salir de la extensión de evicción en los próximos dos meses, de hecho es posible que se vea un porcentaje más alto de esos prestatarios que no cumplen con sus préstamos. Sin embargo, todavía estamos muy por debajo de las cifras históricamente normales. Además, no todos los que tienen una solicitud de ejecución hipotecaria (definida como notificación de incumplimiento, subasta programada o recuperación bancaria) van a perder sus casas de una manera desagradable o económicamente devastadora. Con los precios de las casas en niveles récord, es más probable que los propietarios puedan vender su casa si ya no pueden cumplir con los pagos, a veces hasta obteniendo ganancias, lo que puede ayudar a amortiguar el golpe. A diferencia que durante la Recesión de 2008, hay más compradores que viviendas disponibles.
Lo opuesto sucedió a fines de la década de 2000 y principios de la de 2010. Esta vez, la mayoría de las ejecuciones hipotecarias y las ventas al descubierto probablemente serán recogidas rápidamente por compradores e inversores primerizos que esperan cambiar las propiedades o convertirlas en alquileres. Es un mercado de vendedores asombroso con múltiples compradores esperando en la fila por cualquier propiedad que salga al mercado. Hasta el 30 de julio, se extendió la moratoria federal sobre las ejecuciones de viviendas unifamiliares con hipotecas respaldadas por el gobierno (como Fannie Mae o Freddie Mac). Los prestatarios afectados por COVID-19 estaban en indulgencia por hasta 18 meses, lo que significó que no tuvieron que hacer pagos hipotecarios durante ese período.
A nivel nacional, más de 45,000 propiedades se encuentran en algún lugar en proceso de ejecución hipotecaria. Los estados que fueron más afectados en el tercer trimestre de 2021 fueron encabezados por Nevada, donde 1 de cada 1,463 unidades de vivienda tenía solicitudes de ejecución hipotecaria, cifras de ATTOM. Illinois fue el siguiente, con 1 de cada 1.465 viviendas; seguido de Delaware, con 1 en 1.515; Nueva Jersey, con 1 de 1,667; y Florida, con 1 de 1.743.
Las áreas metropolitanas con las tasas de ejecución hipotecaria más altas fueron Atlantic City, Nueva Jersey, donde 1 de cada 709 unidades de vivienda tenía una solicitud de ejecución hipotecaria.
Entonces algunos expertos señalan que como las bases de este mercado inmobiliario son completamente diferentes de lo que vimos hace años cuando golpeó la Recesión, en parte esa diferencia marcada por la gran cantidad de personas que hay actualmente dispuestas a comprar que en este momento se han visto afectadas por los altos precios, lo cual inclina a inferir que probablemente no se repetirá la historia del 2008 y que la ola de foreclosures será como una valvula de escape a la actual escases de casas.
En nuestra opinión particular hay muchas señales de alerta en el mercado actual, que pueden llevar a un desplome, lo que por supuesto no será tan estrepitoso como en 2008 pero la correción natural es necesaria para que se de el balance del mercado, adicionalmente el Gobierno Nacional, tomando como ejemplo lo sucedido con el mercado inmobiliario en 2008, agotará las medidas posibles para evitar una caída muy marcada, en definitiva el desenlace nadie lo puede predecir, pero está muy interesante en este momento seguir las tendencias del mercado inmobiliario y analizar las secuelas económicas de la pademia. Nos gustaría escuchar tu opinión al respecto así que anímate y participa abajo en los comentarios con lo que crees que sucederá en el mercado inmobiliario en los próximos meses. Los mejores comentarios pueden ser publicados en mi cuenta de Instagram @cafe_con_jose.